Tengo que confesar que la primera vez que hice esta tortilla me quedó hecha un churro, completamente destrozada. Así que, a pesar de que me gustó muchísimo, no puede sacar fotos decentes para subirla al blog.
Ahora tengo una nueva sartén que parece ser amiga mía😂 y me permite hacer tortillas sin que se quede todo pegado. Así que, ésta última vez, me quedó estupenda.
La hice con la intención de comer sólo yo, porque mi hijo y mi marido odian la coliflor., No es que no les guste, es que sólo el olor que desprende al cocinarla les da mucho asco (en eso estoy un poco de acuerdo) Entonces, sin decir nada, me puse un trozo en el plato y mi hijo se fue directo a mi tortilla a probarla, mmmmmmmm.... ¿como lo haces para que no lleve patata y esté tan buena? Ay, ay, ay... Aquí ya me callé 🤐, porque sabía que si pronunciaba la palabra coliflor, no comería más. Mi marido también la probó y no supo decirme de que estaba hecha. Para que veáis que las verduras bien cocinadas, pueden gustar a todo el mundo, hay que ser un poco tramposos 😆, jijijiji...
Bueno, pues aquí os la dejo, y a ver si en vuestras casas también cuela. Para mi gusto, sale riquísima y es muy saludable.