Después de unos días de descanso, vuelta a la realidad. Sí, digo realidad porque durante las fiestas tenemos excesos en todos los sentidos, demasiada comida, demasiadas fiestas, demasiados gastos, demasiado buen rollo, demasiado de todo... No hay cuerpo ni bolsillo que lo resista, jajajaja. Para mi han sido unos días de auténtico relax, y la verdad, cuesta arrancar. Mañana a madrugar de nuevo... :(
Espero que hayáis pasado unas fiestas estupendas y que tengáis todos un buen listado de propósitos para el año nuevo. Si es tan largo como el mío vais apañados, jijijij...
Bueno, vamos al pan...
La harina de xeixa procede de un trigo de espina corta y redondeada autóctona de Mallorca, el "Triticum compactum". Se sospecha que este tipo de trigo lo introdujeron en Mallorca los romanos. Desde tiempos antiquísimos, la harina de xeixa ha estado muy bien valorada entre los mallorquines. Con esta harina se hacía el "pa moreno", tan típico en la isla y que se usa de forma tradicional para hacer los famosos "pa amb oli", pan con aceite. Su uso cayó notablemente a lo largo del siglo XX.
Es una harina que le da al pan un sabor dulzón y tiene bajo contenido en gluten, lo que la hace muy digestiva.
Es un poco difícil encontrar este tipo de harina. De hecho, en algunas panaderías ni la conocen. Pero todavía quedan muchos pueblos que la usan y la venden a granel.
Y si no podéis encontrarla ni en panaderías, ni por internet, podéis hacer un pan con otro tipo de harina, usando las mismas cantidades que indico abajo.
¡Espero que os guste esta receta tan de mi tierra!