Siempre compro biscotes para desayuno o merienda. A mi hijo no le gustan mucho y mi marido no come casi nunca, pero yo, siempre tengo que tener algún paquete en casa. Los que más me gustan son los integrales con semillas. Así que pensé, ¿porque no hacerlos en casa? La primera vez que los hice, me salieron una fotos terribles. Pero como me gustaron tanto, sabía que no tardaría en volver a hacerlos.
Se conservan perfectamente durante muchos días en un recipiente hermético.
Salen unas tostaditas muy ricas. Lo mejor, es que las puedes hacer a tu gusto, con más o menos sal, con harina normal, integral, de espelta... Con o sin azúcar...
Son un poco laboriosos pero el resultado vale la pena, así que espero que os pongáis manos a la obra cuanto antes.