Tengo que confesar que lo que más me cuesta a la hora de cocinar una receta para subir al blog, son las fotos. ¡Odio la incertidumbre de no saber si estarán bien o no! porque la mayoría de veces no me salen como quiero y lo que es peor, muchas veces no transmiten lo súper rico que está el plato. Cuando hice esta receta estaba segura de que me encantaría, pero también estaba segura de que no sabría como hacer las fotos para que resultase apetecible y quedasen bonitas. Hay veces que me salen cosas riquísimas y no las puedo subir porque las fotos son un churro, y al revés, a veces las fotos son una pasada pero la receta no me gusta, así que tampoco la subo. En fin, esto es lo que llevo peor.
Este pastel está increíble. Me encanta para comer frío, caliente o tibio, está estupendo de las tres formas. Por eso creo que es un candidato perfecto para tener en la nevera en verano, uno de esos platos que te aguanta una semana en la nevera y que te saca de una cena y una comida sin muchas complicaciones.
Además, a los niños les encantará y acompañado de una ensalada o alguna hortaliza, tienen una cena completa.
Es una receta del blog Noe Cocinillas. He hecho algunas modificaciones, como sofreír un poco la cebolla para no meterla cruda al pastel.