Supongo que muchos de vosotros ya conocéis estas ricas bolitas que se pusieron de moda hace unos años. Recuerdo que antes las hacía a menudo porque nos encantaban pero luego dejé de hacerlas y, hasta el año pasado que mi amiga Argelia nos las trajo a una cena, no me había vuelto a acordar de ellas. Así que ella me recordó como se hacían, me dijo: la misma cantidad de cada cosa Maribel, son muy fáciles. Y así las hice. Ese día también nos trajo otras de avellana que me encantaron y de esa no me dio la receta, ya se la pediré... Como sé que me lee, le envío un beso.
Este dulce es ideal para el verano porque es fresquito y apetece tomarlo a cualquier hora. Es bastante saludable para ser un postre y es una manera perfecta de que nuestros hijos coman zanahoria y coco sin darse cuenta. Al mío, por lo menos, le encantan estas bolitas y cuando las preparo tengo que pararlo porque se pasa todo el día haciendo viajes a la nevera.
Además es muy rápido de preparar y con pocos ingredientes. Si tenéis alguna fiesta de cumpleaños, alguna celebración o merienda-cena de playa, no dudéis en llevar una bandejita de esta delicia. Mucha gente ni siquiera te sabrá decir de que están hechas, la mezcla de sabores queda completamente integrada y el resultado es un bombón dulce y delicioso.
¡Os sorprenderá el resultado!